Hay palabras que nunca salen de nuestros labios, por que creemos que no son necesarias pero hoy madre quiero decirte muchas cosas y que espero no sea tarde.
Escúchame mamá: Madre se que ya estoy grande pero soy muy sensible y necesito de tus consentimientos, de tus arrullos, de tus regaños y de toda tu ternura. Hoy recordaba mi niñez, recordaba tus consejos, tus regaños…
Regaños que ahora me doy cuenta que eran solo muestras de tu gran amor de madre.
Madre mía, quisiera de todo corazón poder retroceder el tiempo para poder ser niña de nuevo y tal vez yo no comprendía.
Madre mía, hoy la tristeza oprime mi alma, esa inmensa tristeza de no tenerte a mi lado, quisiera ser un pájaro para poder volar a tu lado, para poder decirte lo mucho que te necesito, para poder decir lo mucho que te amo, Madre te extraño mucho, te amo y me haces mucha falta y ahora entiendo todos tus consejos, tus regaños, y hasta tus enojo hay algo que nunca te he dicho y es que, has sido una gran madre, perdóname por hacerte sufrir, no ha sido mi intención.
Perdóname por no ser como tú querías.
Déjame amarte y desde lejos decirte que ahora que soy madre, te entiendo…
Déjame arrodillarme y pedirte perdón por los malos momentos Madre mía, gracias por todos tus esfuerzos, por tus sabios consejos, por todas esas lágrimas que derramaste por mí, gracias por velar mi sueño cuando era niña y me enfermaba…
Gracias por darme tu pecho, por darme la vida, por darme tu sangre, por darme tu tiempo, tu juventud y parte de tu cuerpo, tu que hiciste de mi una mujer de bien.
Gracias por darme el regalo de la vida, por darme tu amor incondicional a tú manera.
Madre mía, quisiera retroceder el tiempo pero es imposible, solo te puedo decir que todos esos hermosos momentos de mi niñez, los atesoro en mi mente y mi corazón, los guardaré como mi más preciado tesoro…
Te recordaré y cada vez que vengas a mi lado haré de esas horas las más felices de tu vida, por esas lágrimas derramadas, por darme toda tu vida
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