Cuando derramas en los hombros puros
De tu musa la túnica de nieve,
Yo concentro mis pétalos oscuros
Y soy el lirio de alabastro leve.
Para tu musa en rosa, me abro en rosa;
Mi corazón es miel, perfume y fuego,
Y vivo y muero de una sed gloriosa:
Tu sangre viva debe ser mi riego.
Cuando velada por un tul de luna
Bebe calma y azur en la laguna,
Yo soy el cisne que soñando vuela;
Y si en luto magnífico la vistes,
Para vagar por los senderos tristes,
Soy la luz o la sombra de una estela...
Delmira Agustini
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