Lo que me duele
de este silencio,
de este ¡quisiera
y no puedo hacer!
son estos años
vanos, perdidos
que llevo a cuestas
de mi niñez.
No, no he sabido
vencer las fuerzas
que amordazado
me hacen callar
y en mi egoísmo
callo y otorgo
cierro los ojos
finjo ignorar
pero el espejo,
juez implacable
es el retrato
de Dorian Grey
ya ni me miro
ni me conozco
soy un extraño
en mi propia piel.
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