Padre Nuestro que estás en los cielos
voltea los ojos hacia tus pies
y mira qué está pasando con nosotros
en la tierra.
No queremos poner más las rodillas en el suelo
ni recitar a coro por que nos llegue tu reino.
Lo necesitamos ahora en el corazón del hombre
para no destruirnos los unos a los otros.
Ya no sabemos si ésta es tu voluntad
lo que quieres que se haga
en la tierra como en el cielo.
¿Los ángeles exterminan a sus semejantes?
¿Somos reflejo de la parte superior del infierno?
Necesitamos más que un pedazo de pan sobre la mesa…
debemos aprender a perdonarnos los unos a los otros
la ofensa de haber nacido
distintos en posición social, raza y credo.
Lina Zerón
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