A veces tomo asiento,
me paro pensativo
y veo como el tiempo
se arrastra entumecido
reptando por el péndulo
que marca mi destino
A veces me aletargo
como un reptil erguido
y busco en mis recuerdos
las huellas que he perdido
siguiendo los atajos
que aquí me han conducido
y solo encuentro niebla
y solo encuentro olvido,
girones de mi vida
flotando en los espinos
mientras el horizonte
se aleja pensativo
y yo cargo mi hatillo
de humilde peregrino
exprimo bien la bota
y sigo mi camino
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