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jueves, 13 de marzo de 2008

LA TELELIMOSNA



Ferran Monegal
En épocas muy antiguas y pretéritas, la gente virtuosa que gozaba de una buena situación económica solía practicar la caridad con un admirable sentido de la discreción. Se mantenían fieles al lema: que tu mano derecha no sepa lo que tu izquierda dona. Hoy en día, gracias a la tele, los pocos repuntes de caridad cristiana que la pequeña pantalla nos ofrece están envueltos siempre en la vistosidad y en la más absoluta ostentación de la limosna. Es el caso del nuevo programa que acaba de estrenar A-3 TV, Tres deseos, en donde Jaime Cantizano, Aitor Trigos y Eva González ejercen de estupendos Reyes Magos de Oriente, plantan su carpa en una localidad concreta (comenzaron con Barbate), y los vecinos pasan, y humildemente imploran deseos. El ejercicio es de una emotividad muy intensa, superior incluso a la de Esta casa era una ruina, programa muy similar a este. De los deseos concedidos y las limosnas escanciadas, destaquemos el caso de la madre, la esposa, y el hijo de uno de los pescadores desaparecidos en el naufragio del buque Nuevo Pepita Aurora, tremendo suceso ocurrido en septiembre del 2007. Esta familia quedó en una situación delicada, rozando la indigencia. Y el programa ha proporcionado trabajo para el hijo (Francisco) y una casa decente para la abuela (Manuela) y la viuda (Ana María). Naturalmente, la alegría de esta familia al entrar en su nuevo domicilio fue inmensa. Pero nada más franquear la puerta, el programa les había colocado, estratégicamente, un cuadro, una foto, del pescador desaparecido, circunstancia que motivó un profundo sentimiento. Lloraban desconsoladamente la suegra y su nuera, y Cantizano las abrazó con una ternura muy hermosa, y se consiguió una imagen de emoción muy potente. Y el pueblo de Barbate entero, y todos nosotros desde casa, asistimos, maravillados, al espléndido milagro limosnero de estos magníficos Reyes de Oriente de la tele. Hombre, desde el punto de vista de la familia del pescador desaparecido, el programa ha sido una lotería estupenda. Mientras vivan, estarán profundamente agradecidos a esta cadena. Mirada la limosna desde la óptica del virtuosismo clásico y cristiano, se advierte que la virtud de la discreción ha desaparecido por completo. Estamos ante un arte nuevo. Solo damos, si se enteran todos.

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