Ayer paseaba con Gloria por el Paseo de Gracia, veíamos tras lujosos escaparates, bolsos, vestidos, joyas, todo un canto de sirenas para la vanidad del hombre, un bolso 3.500 euros... Dios mio, pensé ¿cuantos dias de salario mínimo cuesta ese bolso?, ¿cuantas vacunas contra el sida se podrían financiar con eses importe?, Se acaba de inaugurar un servicio de alquiler de artículos de lujo, por unos cientos de euros, puedes lucir en una reunión de negocios, o en una fiesta, un traje de Armani, un bolso de chanel, unas joyas de pomelato... ¿pero que nos está pasando? ¿tan enfermos de orgullo y prepotencia estamos?, ¿Que mas necesita una mujer que su porte, su cabello, su mirada, para sentirse maravillosa?, que necesita una persona mas que su bondad, fortaleza y dignidad para ir con la cabeza bien alta al mismisimo Versalles, cuando nos centramos en los accesorios, y dejamos de lado la esencia, cuando juzgamos a las personas por lo que son capaces de gastar y no por lo que son capaces de entregar, es que vivimos en una sociedad enferma muy enferma, ¿podremos mantenernos al margen, sabremos apartarnos a tiempo antes de que el alud nos arrase a todos ....
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