October Project es un caso de grupo incomprendido, su primer disco es uno de esos trabajos que sin duda merecía una mayor repercusión en el panorama musical de 1994, año en el que lo publicó EPIC Records y en el que la revista Billboard lo definía como 'caviar para paladares sofisticados'. Si bien en su país, los Estados Unidos, sí que llegaron a tener unas buenas ventas de ese primer CD, su inconstancia, el abandono de la cantante original y el cruce de caminos de su propuesta musical les han hecho ser un grupo fantasma, excepto para un importante número de fieles seguidores, entusiasmados con la textura única de sus composiciones.
La escucha de este trabajo podría inspirarnos semejanzas con el grupo portugués V Imperio, a saber, un juego musical cercano al pop pero con una instrumentación no convencional, una especial sensibilidad en la composición, y un juego de voces audaz y distintivo. Es precisamente la voz principal, la de Mary Fahl (complementada con la de Marina Bélica), grave pero aún así cálida, la que le otorga una especial personalidad a este conjunto que, efectivamente, no ha encontrado acomodo fácil en ningún género concreto (es un pop demasiado oscuro que no llega a encuadrarse en el folk ni por supuesto en el rock, aunque su imagen fuera un tanto gótica), lo que por un lado les hace únicos y por otro difíciles de seguir. Este disco alberga demasiadas sorpresas para ser tenido muy en cuenta a pesar del tiempo transcurrido y el desconocimiento del gran público, seguramente por esa propia huida de la convencionalidad. Acogido por el pop, rock o por las nuevas músicas, lo que es obvio es la calidad de las composiciones: el comienzo es abrumador, con sus dos grandes singles seguidos, "Bury my lovely" y "Ariel", dos canciones excepcionales, intensas, cargadas de lirismo. Pero el trabajo es sorprendente de principio a fin, y la continuación, en un tono más calmado, nos trae otras pequeñas delicias llenas de un fantasmal romanticismo, mecidas -más que cantadas- por Mary, para paladear con calma: "Where you are", "A lonely voice", "Return to me", "Be my hero"... para acabar de apabullar con esa delicadeza tan extrañamente tajante y rotunda que poseen "Take me as I am" (una interpretación impresionante para otro de los singles, a la altura de los dos primeros), "Wall of silence" y esa joya oculta de título "Paths of desire", mecida por violines y emocionante en toda su extensión.
La base del grupo se formó en la universidad: Marina Belica (teclados, coros) y el matrimonio compuesto por Emil Adler (teclados, coros) y Julie Flanders (letrista). Esa es la formación que continúa en la actualidad, a la que se añadieron para sus dos primeros álbumes Mary Fahl (solista), David Sabatino (guitarra, coros) y Urbano Sánchez (percusión). Ya desde la interesante portada y el original diseño de las letras que forman el nombre del grupo, muchos podrían sentirse atraídos a escuchar el interior, unas entrañas que recogen impresiones de una realidad distante que se quedan en nuestras mentes a la primera escucha, aletargadas, esperando para volver a tener su momento. Los que ya conocéis October Project sabéis que cualquier instante es bueno; los que no, os toparéis con un disco que puede ocupar un sitio permanente en vuestro corazón.
2 comentarios:
el disco es magnifico. El segundo está muy bien. Lo siguiente son links por toda la red. Siguieron los 3 con unos singles. Albumes en solitario de Mary Fahl o Belica. Una pena la continuación...
Me quedo con "take me as i am" y "be my hero", magnificas.
Salud
i'm gonna make my own blog
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