miércoles, 20 de febrero de 2008

EL JUEGO DEL AMOR




El amor no pide permiso, es como un ladrón que se cuela por la puerta trasera y te encuentra durmiendo en tu cama, te ata de pies y manos sin que te despiertes, y te desnuda.
Primero goza de tu hermosura, huele tu aroma, descubre tus más recónditos secretos, luego, con una pluma de ganso, suave y perfumada, acaricia tus axilas, tu te remueves temblorosa pero aun dormida, luego la pluma, sube por tus pechos, y alcanzan la dulce cima de tus almenas, allí se recrea en cada repliegue, hasta que se vuelven claveles reventones y pasa sin piedad de uno a otro mientras te retuerces de placer sin saber que te está pasando.
Luego se desliza por tu vientre, se arremolina jugueteando con tu ombligo y se adentra en tu negra y tenebrosa selva en busca de tus labios mas secretos, allí juega con ellos haciéndoles cosquillas, hasta conseguir la mas tierna, dulce y cálida de las sonrisas, y entonces, solo entonces, se sumerge en busca de tu tierno botoncito, lo acaricia hasta que despierta de sus sueño y levanta su dulce cabecita, tu mientras tanto, estremeciéndote de placer, pero aun dormida, te retuerces entre las sabanas sin querer despertar.
Cuando el amor deja su pluma, y ase con sus labios a tu pequeño, una corriente de gusto te recorre el vientre, los pechos, los muslos y los sentidos hasta que tienes que abrir los ojos para no morir de placer.... ¿Ha sido todo un sueño? quizás, pero, ¡quien pudiera soñar asi cada noche, todas las noches!

1 comentario:

Unknown dijo...

Ains..... perfecto!!
Bicos castos.