Mis besos rompen contra las afiladas rocas de tus labios
Muriendo en espumas hirvientes, en gélidas resacas
que me arrastran al mar de la desesperanza
mis manos se quiebran entre tus frios senos
antes cálidos y temblorosos, ahora esquivos y ausentes
como estatuas de sal mirando al pasado
y tus ojos me hieren con las garras de la ausencia
que mirar sin ver es morir despierto
y yo muero de frio y de nostalgia
rompiéndome la uñas en tu puerta, cerrada ya
a mi amoroso embate.
noches sin luz de amanecer, eternas
tinieblas sin resquicio de futuro, eso es mi amor
perdido entre el vacio de lo que fue tu amor
y ahora no es nada.
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