AMOR COMPARTIDO

El amor no es como un deliciosa tarta que tenemos que repartirnos y pelear por ver quién se queda la porción más grande, el amor es como una nube gigantesca que nos envuelve, que nos impregna que nos refresca el cuerpo y el alma, no tiene tamaño no tiene medida, ni se puede dividir, pero se puede compartir. El amor no debería ser exclusivo ni posesivo, hay personas con una enorme capacidad de amar, capaces de amar intensamente a varias personas, y llenarlas totalmente como si de una sola se trataran, el amor es como un arcoíris infinito, pleno de matices y tonalidades diferentes, nunca se ama igual a dos personas, a pesar de que podemos hacer divisiones convencionales para intentar explicar lo inexplicable, así, podemos hablar de amor, pasión, cariño, ternura, que al fin y al cabo no son sino facetas de ese sentimiento tan rotundo capaz de elevarnos a los cielos o sumirnos en los infiernos. Cuando hemos probado de ese elixir de dioses, ya no podemos prescindir de él, y nos hacemos egoístas, celosos y desconfiados por miedo a perder algo tan hermoso, pero es una postura errónea, el amor compartido es aun mas pleno, porque nos permite amar a más personas, sentirnos mas amados y disfrutar en común de un sentimiento tan embriagador, y no estoy hablando de sexo, que no deja de ser una faceta del amor, importante, pero solo una faceta estoy hablando de la posibilidad de querer a dos mujeres o a dos hombres e integrar ese amor como si uno solo fuera, y tener la generosidad y la inteligencia de dar lo mejor de nosotros, a cambio de recibir lo mejor de los demás, es una decisión difícil, nuestra cultura, nuestros prejuicios y nuestras raíces judeocristianas nos oprimen, y el miedo al fracaso nos impiden dar el gran salto, pero, ¿sabemos realmente todo lo que nos estamos perdiendo? … Solo los indómitos, los avezados, los pioneros descubren nuevos universos, el resto, sobrevivimos en el nuestro.